La desinformación más común en epoca electoral ¿cómo detectarla y dónde denunciar?

El formato puede variar entre avisos, audios, fotos, tuits, memes y hasta cadenas de WhatsApp que circulan como si fueran ciertas. También, audios con imitaciones, videos manipulados o frases jamás pronunciadas por personalidades reconocidas.

Como en cada proceso electoral, la desinformación en torno a los comicios empieza a aparecer. Pero, ¿qué son? ¿Cuáles son las que se repiten año a año? Y, ¿cómo hacer para detectarlas?

¿Qué es la desinformación?

Llamamos desinformación a los contenidos que circulan en distintos medios, pero sobre todo en redes sociales (Facebook, Instagram, TikTok, Twitter) y servicios de mensajería instantánea (Whatsapp, Telegram, etcétera) en los que se inventan cosas que no sucedieron, se sacan de contexto hechos o se los tergiversa para cambiarles el sentido.

El formato puede variar entre avisos, audios, fotos, tuits, memes y hasta cadenas de WhatsApp que circulan como si fueran ciertas. También, audios con imitaciones, videos manipulados o frases jamás pronunciadas por personalidades reconocidas.

¿Qué es la desinformación electoral?

Es un tipo de desinformación focalizada en candidtas, candidatos y procesos electorales. En las campañas a veces se usan las desinformaciones para perjudicar directamente a líderes políticos y a candidatos/as.

Éstas surgen, presumiblemente, desde los bandos contrarios a los que pertenece la figura política en cuestión. Hay ejemplos de todos los espacios políticos.

¿Cuáles son las desinformaciones más comunes?

De acuerdo con la guía práctica “¿Cómo cubrir las noticias sobre elecciones sin promover la desinformación?”, realizada por Chequeado con el apoyo del Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación de Unesco, las desinformaciones electorales se pueden agrupar en4 tipos generales: las que refieren a denuncias de fraude; las que refieren a personas no habilitadas que supuestamente votan; las que refieren al proceso mismo de votación; y las falsas declaraciones o falsas propagandas de los candidatos.

1. Las que se refieren a denuncias de fraude

Suelen ser de las que más circulan en las elecciones. Intentan probar un fraude organizado y arreglado por las autoridades nacionales, locales y/o electorales, como por ejemplo fotos de supuestas urnas con boletas rotas o marcadas previamente o capturas de actas de casilla con errores que dicen probar un fraude.

Algunas de estas desinformaciones señalan irregularidades del proceso electoral, pero dentro de una instancia que involucra a millones de personas es habitual que ocurran ciertos errores.

“Típicamente, las irregularidades involuntarias no favorecen sistemáticamente a ningún partido, mientras que las intencionales suelen sesgar los resultados a favor de alguna agrupación. Sin embargo, existen mecanismos para analizar la transparencia de una elección y determinar si esas irregularidades son errores o manipulaciones intencionales. Un error durante las elecciones no es prueba de fraude”, indica la guía práctica mencionada.

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2. Las que se refieren a personas no habilitadas que supuestamente votan.

En época de elecciones circulan muchos contenidos que buscan atacar a las minorías. Esto ocurre con las desinformaciones que aseguran que las personas migrantes van a votar en las elecciones en países donde no está permitido, o sin cumplir con las condiciones legales cuando el voto de extranjeros está habilitado.

Otra desinformación relacionada con votantes señala que personas fallecidas están incluidas en el padrón de votación o que otras personas utilizan credenciales de elector de personas fallecidas para votar. Sin embargo, muchas veces se trata de errores en el registro que son corregidos por las autoridades.

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3. Las que refieren al proceso mismo de votación.

Cada país tiene distintas normas que establecen cuándo un voto debe ser anulado o impugnado (es decir, no contabilizado como válido). En época electoral suelen circular contenidos falsos que buscan desorientar o generar miedo en la ciudadanía sobre el momento de la elección.

Por ejemplo, durante el periodo de veda electoral, se comparten encuestas falsas o sesgadas para favorecer a una candidatura. O contenidos sobre la ineficacia de los materiales que comparte el INE, como el caso de la supuesta pluma que se borra y que ha sido desmentido a lo largo de varias elecciones.

El mismo día de la elección, es habitual que circulen mensajes sobre la seguridad al interior y a los alrededores de los lugares donde estará la votación, personas de partidos politicos dentro de las casillas, o bien sobre personas llegando a votar en vehiculos de gobierno (lo cual es válido si existe un acuerdo previo entre la autoridad y el órgano electoral).

También durante el proceso de la votación, circulan supuestos resultados de encuentas de salida, conteos rápidos o bien Programa de Resultados Electorales Preliminares, conocido como PREP.

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4. Las falsas declaraciones o falsas propagandas de los candidatos.

Un recurso que se utiliza mucho es la manipulación de fotos con programas de edición, y otro son las piezas sacadas de contexto, que pueden ser de otros procesos electorales.

Para las falsas declaraciones muchas veces se usan los súpers o videographs de televisión (esas franjas que aparecen en los canales de noticias con alguna frase) o las placas que hacen uso del logo de algún medio de comunicación con la foto de un candidato o candidata para mostrar una supuesta frase. Este tipo de recursos son muy utilizados para desinformar, porque son creíbles, fáciles de editar y baratos.

También suelen circular videos manipulados o sacados de contexto, y audios paródicos o falsamente atribuidos a las y los candidatos. Con la llegada de la inteligencia artificial generativa, la síntesis y clonación de voz son algunos de los productos más vendidos dentro de esta tecnología.

Sin embargo, este avance en la clonación de voz ha complicado la verificación de audios, pues las herramientas disponibles hasta el momento se siguen optimizando para poder precisar si una voz fue generada con IA o si se trata de una voz natural.

En cuestión de audios, es mejor desconfiar antes de compartir.

¿Cuál es el efecto de las desinformaciones electorales?

El daño potencial de este tipo de desinformaciones puede ir dirigido a un candidato o candidata, a un grupo político o a un partido en particular pero, en general, el principal daño es sobre el tejido democrático en general.

De acuerdo con la guía realizada por Chequeado con el apoyo de Unesco, “en una época en la que el sistema de las mayorías enfrenta un fuerte descrédito y apatía en lo que refiere a la participación en sus procesos, poner en entredicho su funcionamiento mediante la difusión de rumores o datos falsos sobre el acto de votación, puede, por ejemplo, confundir a los votantes sobre cómo se llevan a cabo los procesos electorales, deslegitimar el proceso sembrando dudas e incrementar los niveles de ausentismo en un mecanismo que se basa en el involucramiento y responsabilidad de la ciudadanía”.

¿Qué hago si veo una desinformación electoral?

Ante cualquier contenido, es vital prestar atención a la fuente y no compartir aquella que no sea información verificada.

Además, frente a una cadena de WhatsApp que dice “Reenviado” o “Reenviado muchas veces”, por ejemplo, prestar especial atención porque eso significa que el autor de ese contenido no está claro y no es quien mandó el mensaje. Y sobre todo, ante la duda, no compartas.

Especialmente en esta época electoral es clave saber qué documentos tienen validez legal en el lugar que circula el contenido que se está verificando y cómo es el proceso normal de las elecciones, así como el de conteo de los votos.

Ante un contenido sospechoso, hay diversos pasos que se pueden seguir y las herramientas que se pueden utilizar para verificarlo, y así, detectar si se trata de una desinformación o no. A modo de resumen, verificar la fuente original del contenido y contrastarlo con la información oficial y fuentes alternativas son algunos de los puntos más importantes.

Además, es recomendable conocer la ley electoral específica de cada lugar y prestar atención al contexto en el que el contenido fue publicado -especialmente si se trata de imágenes o videos-, sobre todo si son algunos de los temas sobre los que suele circular desinformación.

La FISEL, anteriormente conocida como la FEPADE (Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales) tiene un decálogo de delitos electorales para que la ciudadanía pueda reconocerlos y denunciarlos:

  • Usar bienes o servicios públicos a cambio del apoyo a un candidato o candidata.
  • Condicionar el acceso a servicios públicos o programas sociales. Las penas para servidores públicos que incurren en este delito van desde los 200 a 400 días de multa y de dos a nueve años de prisión.
  • Comprar o coaccionar el voto. Tanto el que compra el voto como el que lo vende pueden incurrir en este delito, que puede ser penado con desde 6 meses hasta 3 años de cárcel.
  • Impedir el acceso a las casillas o intimidar a los ciudadanos para que no vayan a votar. Las autoridades tienen la obligación de garantizar la seguridad de la ciudadanía en los lugares donde se instalan las casillas. Quien imposibilite el acceso a ellas puede ser castigado con una pena de 50 a 100 días de multa y prisión de seis meses a tres años.
  • Utilizar dinero ilícito o rebasar los montos legales. Entregar o recibir aportaciones en dinero o especie se sanciona con hasta cinco mil días de multa y 15 años de cárcel.
  • Destruir o dañar material electoral. (Sí, llevarse la boleta como recuerdo, es un delito).
  • Publicar encuestas durante los tres días previos a la elección y hasta el cierre oficial de las casillas.
  • Los ministros de culto no pueden inducir el voto. México es un Estado laico y la Constitución prohíbe a los ministros de culto hacer proselitismo por un candidato: “Los ministros no podrán asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna”, se explica en el artículo 130.
  • Alterar los datos de la credencial para votar

¿Cómo denunciar?

Aunque las y los funcionarios de casilla pueden hacer actas de lo que sucede dentro de las casillas, son ciudadanos y no pueden recibir denuncias ante irregularidades en las elecciones, explica el INE.

Para ello, la FISEL mantiene habilitadas tres vías de denuncia:

  • FISETEL: en el 800 833 72 33 desde México y en el Conmutador: (55) 5346 0000
  • A través de internet, en la plataforma FISENET
  • Presencial, en la Unidad de Atención Inmediata (Boulevard Adolfo López Mateos No. 2836, Col. Tizapán, San Ángel, Delegación Álvaro Obregón, CP 01090, Ciudad de México) o en las delegaciones de la PGR.

Este contenido fue publicado originalmente por VerificadoMX y lo retomamos con la autorización de su equipo editorial. La publicación original está disponible aquí.